Gente malvada en elecciones

Este es un post breve y muy serio exclusivamente sobre política y campaña electoral española actuales. Y, por tanto, empiezo y acabo hablando de Literatura británica de humor de hace cien años.

Hablando del escritor Saki, pseudónimo de Hector Hugh Munro, cuyos cuentos son en su mayoría un prodigio de humor desasosegante y mala intención de la buena, o sea, gran Literatura, me temo que veteada a veces de misoginia. En la lista de grandes escritores británicos del siglo XX, está si no en primera fila, asomando la cabeza desde la segunda. Uno de sus cuentos, del libro «Los juguetes de la paz» (suele datarse en 1923, cuando Saki murió en 1916, en el frente, en la Primera Guerra Mundial) se titula «Prevenida«. Veamos.

Una ingenua solterona de pueblo sin formación ni experiencia de la vida sale de su aldea por primera vez, para visitar a un primo del que no sabe nada. Y se encuentra que su primo, encantador y educadísimo en apariencia, es un malvado; gentuza de lo peor. Ladrón, estafador, mentiroso.

Es, en definitiva, candidato a las elecciones.

Y que es un ladrón, un estafador  y un mentiroso es lo que dicen de él sus contrarios.

El candidato contrario es también un ladrón, un estafador y un mentiroso.

Y que es un ladrón, un estafador y un mentiroso lo dicen de él los partidarios del primo.

«-¿Robert Buldward? Un redomado sinvergüenza, eso es lo que es. Debería darle vergüenza mirar a la cara a cualquier hombre honrado. Enviarlo al Parlamento para que nos represente… ¡pues vaya! Si pudiera le robaría su último chelín a un pobre.

-Ah, eso seguro. Nos miente para que le votemos, eso es lo único que le interesa, maldito.«

«-Ayer lo abuchearon.«

¿Abuchearlo! «¿Hasta ese extremo llegaban las cosas? Había algo dimensiones bíblicas en que sus propios convecinos lo abuchearan.«

Tras una noche aterrorizada por estar hospedada en casa de semejante sabandija que incluso reconoce que pretende eliminar a su contrario, se le ocurre informarse leyendo la prensa, y vaya, descubre con espanto que el contrario es igual de gentuza. Esto dice la prensa sobre el otro candidato:

«Era malvado, evasivo, cruelmente indiferente a los intereses de su país, un tramposo que solía faltar a su palabra y responsable, junto con sus amigos, de casi toda la pobreza, el sufrimiento y la degradación nacional que afligía al país«.

La señora se vuelve corriendo a su segura aldea; imposible continuar en una ciudad en la que todos los candidatos eran así. Huyó a tiempo; se salvó gracias a la franqueza de la prensa local y de los comentarios oídos por ahí. Porque, claro, ni la prensa exagera nunca maldades de unos u otros ni los comentarios oídos por ahí sobre cualquier persona que se presenta a unas elecciones son otra cosa también que la pura  y simple verdad. Todos malvados, todos gentuza, nada bueno en ninguno, salgamos corriendo. ¿No?

Por cierto, la señora habría hecho bien leyendo a Dickens, que describe unas elecciones locales a primeros del siglo XIX en los divertidísimos términos recogidos en este otro post de este blog.

Verónica del Carpio Fiestas

[meramente por la transcripción parcial de un cuento escrito hace cien años y por la intención al escogerlo]

Acerca de Verónica del Carpio Fiestas

Abogada desde 1986. Colegiada ICAM nº 28.303 Profesora de Derecho Civil en el Departamento de Derecho Civil UNED desde 1992 Despacho profesional: C/ Santísima Trinidad, 30, 1° 5, 28010 Madrid (España) Tf. (+34) 917819377 e-mail veronica@delcarpio.es En Twitter @veronicadelcarp
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