Empecemos por los principios

En Caja Madrid/Bankia ha saltado a la luz un escándalo con el uso repugnante de tarjetas de crédito opacas por parte de los consejeros, las llamadas «tarjetas black». No se incluyen muchos enlaces a las noticias y los datos, ni se dan más detalles porque

  • si usted lee esto justo cuando está el escándalo en pleno hervor mediático es inútil que se ponga, porque lo lógico es que usted ya sepa de lo que se está hablando
  • si usted lee esto en pleno hervor y no sabe de lo que se trata, es que tiene usted que hacer una reflexión muy seria sobre sus fuentes de información
  • y si lee esto PASADO el tiempo y no le suena es que un escándalo aún mayor habrá venido a taparlo, o le estarán a usted engañando con nuevas cortinas de humo, y entonces para qué decirlo.

Resumiendo, unas personas con muy escaso sentido moral han gastado dinero de una entidad, en perjuicio de todos, y sin declarar. Y hay quien se atreve a llamar a eso «despilfarrar», como si gastarse muchos miles de euros en vinos de lujo fuera «despilfarrar» y no OTRA COSA cuando se hace con dinero ajeno y no propio.

Y de las cosas llamativas que se han leído estos días, hay una MUY significativa: la de que hubo tres consejeros, de cerca de noventa, que NO usaron esas tarjetas que se repartieron alegremente para uso ad libitum, o sea, como les diera la gana, entre consejeros de una entidad que tenía cientos de miles de modestos ahorradores que estaban perdiendo sus ahorros por comprar -o que les impusieran incluso sin saberlo, porque en muchos casos NO hay ni contrato-, la compra de productos bancarios tóxicos como las preferentes.

Y hemos tenido que oír que menos mal que AÚN hay personas honradas, porque esas tres personas NO hicieron uso de esas inmorales tarjetas.

Hemos tenido que oír que son honradas personas que SABÍAN que existían esas tarjetas, y que se usaban, pero CALLARON.

Hemos tenido que oír que son honradas personas que COBRABAN por controlar las cuentas de la entidad más o menos bancaria, y que NO las controlaban.

Hemos tenido que oír a gente de la calle que menos mal que aún hay gente honrada en el mundo.

Hemos tenido que oír que menos mal que aún hay gente honrada en el mundo, sí, porque no robaban

  • PESE a que existe una obligación en el Código Penal de denunciar los delitos que se conocen, y si no se hace así se puede considerar cómplice o encubridor
  • y PESE a que es una obligación del consejero controlar las cuentas desde el punto de vista legal incluso si se entiende que no hay delito, y por cierto cobrando por ello
  • y PESE a que es una obligación moral de cualquier ciudadano o ciudadana DECENTE denunciar los abusos y latrocinios.

¿Hasta ese punto de degradación moral hemos llegado en Españajistán? ¿Tan bajo hemos caído? ¿Hasta el punto de pensar que es persona HONRADA quien calla sabiendo?

Por favor, empecemos por los principios.bankia

Verónica del Carpio Fiestas

Acerca de Verónica del Carpio Fiestas

Abogada desde 1986. Colegiada ICAM nº 28.303 Profesora de Derecho Civil en el Departamento de Derecho Civil UNED desde 1992 Despacho profesional: C/ Santísima Trinidad, 30, 1° 5, 28010 Madrid (España) Tf. (+34) 917819377 e-mail veronica@delcarpio.es En Twitter @veronicadelcarp
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