Poderoso caballero es el Don Dinero de Arabia Saudí

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Cuando usted lea esto, quizá esta sea ya la foto de un muerto. Quizá este joven puede estar ya muerto, decapitado y crucificado en su país. Su país, Arabia Saudí, esa espantosa dictadura, lo ha condenado a eso. Fue detenido con 17 años por participar en protestas en las que se pedía democracia. De Arabia Saudí unas veces oímos hablar de lapidaciones, otras de decapitaciones, crucifixiones, flagelaciones, y a veces hasta podemos ver las grabaciones de todo ello; y no incluyo los enlaces a las grabaciones por respeto a las víctimas, y si usted está en el caso de que no es capaz de entender hasta qué punto es todo esto una barbarie y necesita la imagen para entenderlo, no seré yo quien se la muestre y, la verdad, me da usted pena.

Y no es un grupo terrorista el que comete esas horribles barbaridades que se llame Estado porque usurpa el nombre de Estado, sino un Estado en sentido jurídico, un Estado con el cual nuestro Estado mantiene cordiales acuerdos.

Un Estado donde las mujeres no tienen independencia jurídica o fáctica ni siquiera para tratamientos médicos o educación. Donde es delito ser homosexual. Donde es delito tener relaciones sexuales fuera del matrimonio. Donde esos delitos se pueden castigar con la muerte. Donde no hay un Código Penal escrito. Donde abogados son condenados a años de cárcel por criticar en Twitter el sistema judicial de su país. Donde se convocan plazas de funcionario verdugo para decapitar y amputar. Donde se mutila a ladrones. Un Estado donde a trabajadores extranjeros se les tiene en condiciones lamentables.

Un Estado, en fin, extraordinariamente rico.

Cuando falleció el mandamás anterior de esa horrible dictadura los periódicos españoles se llenaron de necrológicas laudatorias y nuestro rey fue al entierro. Nuestro país hace negocios con Arabia Saudí, y nuestro rey emérito tiene sus amigos saudíes. También nuestros ministros van por allí, a ayudar a hacer negocios.

Porque da todo igual. La barbarie da igual a nuestros gobernantes cuando a gritos tendría que gritar la conciencia de nuestros gobernantes. Y el rey nuestro, el actual y el anterior, no son gobernantes porque no gobiernan, sino que reinan; y cuando su única justificación posible como reyes es la ejemplaridad pública, esta consiste al parecer, en ser amigos de gente así.

Poderoso caballero es Don Dinero. Ya lo decía Quevedo en el siglo XVII.

El mismo siglo en el que viven los derechos humanos en Arabia Saudí. Y en otros países donde la más inhumana barbarie da igual si se trata de la pasta.

Verónica del Carpio Fiestas

Acerca de Verónica del Carpio Fiestas

Abogada desde 1986. Colegiada ICAM nº 28.303 Profesora de Derecho Civil en el Departamento de Derecho Civil UNED desde 1992 Despacho profesional: C/ Santísima Trinidad, 30, 1° 5, 28010 Madrid (España) Tf. (+34) 917819377 e-mail veronica@delcarpio.es En Twitter @veronicadelcarp
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2 respuestas a Poderoso caballero es el Don Dinero de Arabia Saudí

  1. Unsui dijo:

    …pero solo se habla aquí mal de otras dictaduras, las pobres, las que no dan negocio a las grandes empresas ni al » Campechano»

  2. Chapeau. Aquí también el poderoso caballero llega a todos los confines del Estado.

    Un saludo.

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